Rapto
con precipicio
Todo
lo bello
comienza a huir con las aguas.
William B. Yeats
Si ha de
triunfar el fuego sobre la forma fría,
descifraré a María, hija del fuego,
la elegancia del fuego, el ánimo del fuego,
el esplendor, el éxtasis del fuego
en su nieve
nupcial, dieciocho límpidos,
Escocia oscura: piedra, la que no pudo ser,
animal fabuloso, sagrado, desangrado.
Novia: animal
gustado noche a noche, y dormido
dentro de mi animal, también dormido,
hasta verla caer como una estrella.
Como una
estrella nueve meses fijos
parada, estremecida, muelle, blanca.
Atada al aire por un hilo.
Por un hilo
estelar de fuego arrebatado
a los dioses, a tres mil metros fríos
sobre la línea muerta del Pacífico.
Allí
la cordillera estaba viva,
y María era allí la cordillera
de los Andes, y el aire era María.
Y el sol
era María, y el placer,
la teoría del conocimiento,
y los volcanes de la poesía.
Mujer de
fuego. Visible mujer.
Siempre serás aquel paraje eterno.
La cordillera y el mar, por nacer.
La catástrofe viva del silencio.
1942
De Del
relámpago (México D.F., Fondo de Cultura Económica,
1981)
Versiones:
<< La
vuelta al mundo,
de La miseria del hombre, 1948.
<< Rapto con
precipicio, de Oscuro, 1977
Si ha de triunfar
el fuego sobre la forma fría, de Antología de
aire, 1991. >>
|